EL GRAN DÍA: Aunque pareciese que no, el evento salió de maravilla. Todos los alumnos del centro, de los más grandes a los más pequeños y algunos profesores pudieron disfrutar de esta gran jornada. La mañana fue muy divertida y acogedora. Empezamos bien temprano llenando globos para al final de la mañana mojarnos todos. Tras pasar las dos primeras horas de aburridos libros y de algunos exámenes llegó la hora más esperada para algunos y la más horrible para otros, como en todo, nada está a gusto de todos. Aún así, los alumnos de 4º intentamos hacerlo lo mejor posible. Mientras que unos fueron a la ruta en bici, otros hicieron la ruta a pie y algunos de los organizadores nos quedamos en el instituto terminando de finalizar los últimos preparativos. Llegaron las 12.20h y los alumnos de ambas rutas debían llegar en breves, y así lo hicieron. Era la hora de realizar los grupos y empezar a repartir los dorsales. El tiempo volaba y debíamos darnos prisa. Una vez hecho esto, cada grupo se fue a su estación correspondiente y continuamos esta jornada un poco dura, pero que mereció la pena. Las estaciones fueron bastante bien. Mis compañeras y yo teníamos los juegos populares y supimos organizarnos bastante bien, aunque cabe decir que faltó un poco de tiempo para poder hacer los juegos con un poco más de relajación y no tan rápido. Cuando ya habían pasado todos los grupos por todas las estaciones es cuando todos los alumnos se reunieron en el pabellón para bailar, mientras que la mayoría de organizadores preparábamos la gran sorpresa que se esperaba al final de la jornada. Pusimos los cubos con los globos en la pista y abrimos la puerta del pabellón y todos los alumnos salieron y muchos de ellos acabaron mojados. Fue un día para no olvidar y es así como nos despedimos los alumnos de cuarto, tras cuatro años de alegrías y de penas, tras cuatro años en lo que estábamos deseando irnos de este instituto y que cuanto más cerca ves que esto acaba, más
pena sientes y alguna que otra lágrima cae por tus mejillas.
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Solo queda dar las gracias a cada uno de los profesores que nos han acompañado estos cuatro años, a los que siguen en el centro y a los que estuvieron por menos tiempo. Gracias de corazón a cada uno de ellos, porque sin ellos nada de esto hubiese tenido sentido. Porque gracias a estos profesores hemos sido capaces de madurar como personas y a entender el verdadero sentido de la vida. Gracias Miguel tus charlas tan ''pesadas'' como nosotros les llamábamos. Gracias por hacernos mejor personas, eres un profesor único y que siempre siempre te llevaremos en el corazón. Gracias por tu apoyo incondicional y por ser uno más de nosotros, por estar ahí siempre que lo hemos necesitado. Digo adiós a este instituto donde he estado cuatro años y en los que me he sentido como en una verdadera familia, porque es lo que de verdad es este instituto, aunque siempre haya habido ganas de irte o algunos enfados con algunos profesores o compañeros, etc, pero que son cosas normales. Decir que no es un para siempre sino un hasta pronto, porque volveremos y seguiremos viéndonos, porque el contacto con grandes profesores nunca se perderá. ¡GRACIAS DE CORAZÓN!